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Chanclembre

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Llegó lo que la mayoría de la gente llama buen tiempo y, clac-clac, clac-clac, la creciente legión de los chancleros se apresura a exhibir por doquier sus (por ahora) lechosos pies.

Esta mañana, al salir del cercanías, vi al primero. Hacía un poco más de diez grados, el hombre llevaba, incluso, un jerselito de lana fría. Del talle para abajo, sin embargo, anticipaba ya lo que le habían pronosticado para, precisamente, la cintura para abajo del día: veinticinco grados y subiendo. El jerselito se lo podría quitar para quedarse en mangas de lo que hubiera debajo pero, claro, el analógico comportamiento para con el calzado de invierno le habría sugerido lo que, hoy por hoy, sigue estando estéticamente mal visto: andar por la calle en calcetines. Lo que no quiere decir que no sea más higiénico para el interesado...

chancla2Así pues, nuestro hombre inauguraba hoy el período más largo del año, chanclembre. El que, en Madrid, abarca buena parte de mayo y se extiende por junio, julio, agosto, septiembre y lo más granado de octubre. Tiempo de chanclas.

Y de inefables costras mugrientas acumulándose en los talones; de pardas y grasientas pelotillas en el arco del pie y en los intersticios digitales. Tiempo de dolorosos uñeros ajenos y de callos y juanetes transitando entre el rosa y un desvaído amarillo.

Pies deshidratados y, a menudo, espantosamente feos a los que rara vez indulta el maquillaje. Pies bastos que se van congestionando con el paso de las inclementes horas.

Miente quien afirma que sus tachines vayan así más frescos. Y ofende al buen gusto y al decoro quien decide hacer vida urbana de ellos como cuando sale de la ducha o va camino de la playa.

Esta tendencia a la indistinción vestimentaria, que no me parece sino un síntoma añadido del egocentrismo y el relativismo triunfantes, se viene plasmando también, y cada vez con mayor virulencia, en nuestras instituciones. Recuerdo el estupor y la decepción que me produjo la sesión de constitución de las Cortes de esta breve legislatura. Por hablar sólo de la manera en que aparecieron trajeados (es un decir...), los representantes de Podemos,chancla4 parecía que fueran a asistir a una asamblea de estudiantes: chupas pendiendo de los respaldos de los escaños (como si no hubiera perchas) y pintas absolutamente inadecuadas. Vamos, lo que se dice un auténtico y logrado guiño a los night-clubs de La Guerra de las Galaxias...

Todo esto se veía venir pero lo peor de todo es que me temo que vamos hacia mucho más de lo mismo en tantos otros ámbitos: tuteo generalizado, empobrecimiento lingüístico, consumo masivo de pseudocontenidos informativos.

Ya sólo nos faltaba que el cambio climático se pusiera de parte de esta especie de ejército de Pancho Villa de la ordinariez y que nos tuviéramos que tragar diez o doce meses de chanclembre.

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