daniel

Cuando todos seamos gilipollas

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En un futuro inmediato, cuando todos seamos gilipollas que hablen en inglés perfectamente, consultaremos en Internet cómo cagar. Seremos todavía más tontos que ahora y no dudaremos en denunciar en las redes sociales la terrible injusticia de los perritos abandonados constantemente. Menos mal que la Seguridad Social sufragará las pensiones para los perritos sin hogar. Redes fecales.

seamos2Cuando todos seamos escoria todo tendrá un precio. ¿Cuántos niños somalíes vale un Ferrari? ¿¿Unos doscientos?? Y por unos cuatrocientos niños peruanos te puedes comprar una avioneta. Y un jet privado vale unas quinientas niñas vírgenes filipinas. Los niños europeos valen más. Y los estadounidenses más aún. Tiendas de ropita de diseño para perritos. Hoteles para caniches. Coños de viejas lamidos por sus perritos.

Cuando todos comamos hamburguesas de macdonals y seamos retrasados nos operaremos y todos seremos como Brad Pitt y Angelina Jolie. Todos haremos donativos a asociaciones que mantienen con vida a niños negros escuálidos para sentirnos guay. Y todos seremos veganos. Los niños negros que se mueren de hambre vivirán gracias a la hipocresía humana y a las falsas esperanzas. Mierda negra. A lo mejor estarían mejor muertos. La cena de Nochebuena.

Cuando todos seamos subnormales los profesores serán robots. Solo existirán tres asignaturas: mathemáchical intranet y merchandesign. Los hombres correrán apresurados a sus trabajos virtuales embutidos seamos5en sus trajes oscuros mientras escriben en perfecto inglés en sus hojas de control corporales. Códigos de barras. Cerdos en fila en el matadero. Fecha de caducidad. Fecha de estupidez final. Tumbas. Trozos de carne que cagan. Vientres que se llenan y se vacían. Nada más.

Cuando todos seamos imbéciles seguirán echando Gran Hermano. ¿Cuántas Navidades me quedarán? Tengo treinta y siete años. Supongamos que vivo hasta los ochenta. Menos de cuarenta árboles que adornar, menos de cuarenta comilonas, menos de cuarenta vomitivos especiales navideños de la tele...

Cuando todos seamos gilipollas las personas se congregarán en locales en los que abotagarse en grupo. La gente estará segurísima de sus creencias y opiniones y jamás tomará en vano el nombre de la ciencia, el nuevo dogma de fe. Ah. Espera. Es que esto ya es ahora.

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