decine

Píldoras de cine (VI)

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Calificaciones:
0 Irritante, encrespante. Para pazguatos.
N Mala a secas, con algún factor salvable, ya sea por el autor o por parte de la acción.
NN Buena a secas. Visible y recomendable.
NNN Obligatoria, ya sea por sí misma o por su autor. Podría llegar a imprescindible...
NNNN Imprescindible. Obra maestra. La hostia en bote.

Taller de escritura, de Laurent Cantet. Fuimos a verla recordando la más que notable “La clase”, con la que este autor gavacho nos maravilló en su día, aunque casi me gusta más en “El empleo del tiempo”. Ambas citadas películas son claras como el agua en su forma y en sus argumentos, dejan fuera de cámara lo justo para interesar. Pero en este “Taller de escritura” Cantet me ha fallado un poco. Puede ser que yo estuviera un tanto gilipollas esa tarde pero, aún siendo una película fácil de ver y que a ratos interesa, no pillo su argumento ni lo que quiere decir a cerca de sus protagonistas. Me deja frío. En cuanto a guión no la entiendo, en cuanto a imágenes no me aporta prácticamente nada, y los actores se pierden un tanto entre tanta falta de información al espectador. El equilibrio entre lo explícito y lo intenso, lo oculto y lo visible, que Cantet lograba en “El empleo del tiempo” aquí se ha perdido. Un autor interesante, pero una película fallida. N

 

pildoras63Desobediencia, de Sebastián Lelio. Me cargó un poco su anterior película tan premiada. A este señor le gustan los conflictos interiores causados por el entorno social, es megafan. No hay mucha sonrisa en su cine, sólo buenos y malos bastante marcados. Los entornos que describe no tienen doblez algunos, por eso, aunque sus películas son aceptables, me resultan algo acartonadas. “Desobediencia” está construida en tonos fríos y grises, y contiene alguna que otra imagen destacable. Alguna que otra, no muchas. Da la sensación de buscar cierta trascendencia en cuanto a los temas, grandilocuencia. Sus personajes no sonríen ni aún cuando parece que ríen. Nunca me ha gustado lo más mínimo Rachel Weisz, quizás precisamente por eso, por una especie de afán en sus papeles de ser siempre tan supermaravillosa, cosa que no veo por ninguna parte. Rachel McAdams sí que puede salvar una película sólo con su rostro, siempre sobresale por encima tanto si es ángel como si saca su cara algo salvaje. Me cansa tanto el rollo julio ortodoxo como el rollo bollo, en realidad en muchas ocasiones se les utiliza para pontificar sobre temas, para crear clichés de lo bueno o de lo malo. Para mí lo bueno lo malo siempre están atravesados por una escala de grises que aquí no existe ni por el forro. La película me resulta pesada por eso, porque cuando los buenos son pintados como tan buenos, y tan atormentados por ello, me gusta que los malos les jodan. Los judíos de Schindler tienen que ser siempre maravillosos o jodidamente cabrones. Me gustan las escenas de sexo con lesbianas, se sobrentiende que cuando no son camioneras, pero en este caso, y aún saliendo Rachel McAdams en el polvo, hasta esta clase de sexo resulta un coñazo en pantalla. Lelio no me va nada de nada. Igual vais a verla y salís sintiéndoos muy bien porque sois muy buenos y admiráis a la gente oprimida, pazguatos. Con vuestro pan os lo comáis. N y ½

pildoras62Basada en hecho reales, de Roman Polanski. A veces tengo que soportar necedades al salir de ver películas. Me dicen en la puerta que es una copia de “Misery”, y que esta que hemos visto es muy mala y que la que cito muy buena. Debo carcajearme para mis adentros un poco para no herir, porque manda cojones comparar a este director octogenario casi con cualquier cosa, a este tipo curtido en mil batallas y en mil mierdas del que todavía no he sido testigo de una obra que no sea, como poco casi sobresaliente.  Polanski siempre es interesante, incluso ahora que atraviesa  un claro ocaso de la senectud. En este caso, también despierta la curiosidad. Cierto que la película tiene reminiscencia a algunas con tema parecido, a clichés y a escenas usadas miles de veces, pero ésto es más que nada para reírse en vuestras caras de pazguato, cosa que también me hace disfrutar. La verdad es que me hizo gracia de verdad cómo este superviviente polaco guiña el ojo al espectador, creo que deberé echar un vistazo a Delphine de Vigan a ver si encuentro esa misma mala leche en el texto en que se ha basado. Emmanuelle Seigner me gusta así, decadente, a pesar de que tan sólo con 51 años se la ve excesivamente cascada. Me gusta mucho más Eva Green, que ha conseguido sacar un registro de mala por encima del que utilizaba siempre de chica guapa atolondrada. Polanski ha utilizado esa especie de subgénero titulado “nada es lo que parece” un tanto fácil, pero le ha aportado sorna. La película termina y, en vez de limitarse a un final con sorpresa, o a uno feliz o a uno triste y abrupto, deja la historia completamente abierta con la imagen de fondo de Green como en una adivinanza que el espectador debe resolver, o no, una que hace preguntarnos sobre si hemos visto terror típico o simplemente ego y rareza dentro del mundillo de la escritura, del que también se trasluce cierta caricaturización por parte de De Vigan. Me surgen más preguntas ahora que durante la película. Y en eso precisamente es en lo que tiene éxito, en que le veo cierta trascendencia posterior. Salimos del cine y veo hasta malas caras entre mis alrededores, cosa que me alegra. Pues os jodéis, pazguatos, si no sois capaces de ver más allá de vuestra nariz es única y exclusivamente vuestro problema. Espero que Polanski sea capaz de durarnos al menos una o dos películas más. Y que sigan reclamándole en Estados Unidos por estupro. Y que os siga molestando un poco. NNN


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Píldoras de cine (V)

pildoras51

Calificaciones:
0 Irritante, encrespante. Para pazguatos.
N Mala a secas, con algún factor salvable, ya sea por el autor o por parte de la acción.
NN Buena a secas. Visible y recomendable.
NNN Obligatoria, ya sea por sí misma o por su autor. Podría llegar a imprescindible...
NNNN Imprescindible. Obra maestra. La hostia en bote.

"Isla de Perros", de Wes Anderson. Irregular Anderson, pero siempre personal. Lo personal, lo único, siempre se agradece. A medida que su cine se ha ido desarrollando, cada vez se aparta más de lo real, sus personajes de carne y hueso avanzaban a pasos agigantados hacia la fantasía, más o menos metafórica según el caso, en otros sin pretensiones más que las estéticas y las de la diversión observando la ridiculez humana. Me confieso fan, así que soy parcial enjuiciando a Wes Anderson. Muy fan sobretodo de Rushmore y de Life Aquatic, aunque no desdeño para nada Gran hotel Budapest, Viaje a Darjeeling o Los Tenenbaums. Me gusta mucho ese vínculo que ha establecido co el absolutamente genial Bill Murray. Esta isla de perros entra del primer grupo, de las obras mayores, quizás ha sido la película que más me ha gustado de este peculiar director, eso es mucho decir. Inventarse un film de animación con perros en el papel de samurais que hablan con la voz de un grupo de actores geniales riza el rizo. La factura resulta espectacular, con un hilo argumental mágico en homenaje a Los siete samuráis del gran Kurosawa, y una realización con detalles minimalistas de cómic. Encantadores perros capitaneados por la inconfudible ronca voz de Bryan Cranston. Pocas veces se ha visto captar tan bien el carácter de los perros como en esta película que los hace parecer personas pero para lo bueno. La fidelidad y el honor marcan la existencia de los canes en la vida real y en esta cinta. Si eres idiota no vayas a verla, porque sería un insulto que lo hicieras, además no iba a gustarte porque eres un cretino. NNNN



pildoras52"Campeones", de Javier Fesser. A pesar de que la estructura de guión sea un tanto floja, de caer en algunos momentos en el chiste fácil y de que se haya tratado de hacer obligatorio que esta película guste, razón que sería suficiente para no gustarme cualquier cosa, debo reconocer que hay algo que exhala autenticidad y despierta simpatía en ella. No es que Javier Gutiérrez me guste y me caiga simpático, que es cierto todo ello, y que se comporte de forma competente interpretando su papel, no es sólo eso. Toda esa atmósfera brota de un grupo de actores que lo bordan riéndose de sí mismos y con quienes ven la película, quitándole trascendencia a sus problemas cotidianos y dándole una dimensión de normalidad a su existencia, que es en realidad la que tiene y que durante mucho tiempo se les ha hurtado. Los “discapacitados” han sido ninguneados, ocultados, apartados, despreciados históricamente, pero no son más que personas como tú y como yo con todas nuestras, digo nuestras, carencias y cualidades comunes, en el fondo con los mismos problemas existenciales de soledad e incertidumbre vitales que el resto, todos estamos hechos de la misma carne y del mismo barro tengamos más o menos habilidad para realizar ciertas cosas. NN

"Mi querida cofradía", de Marta Díaz. El retrato rancio que hace esta película de la ranciedad pueblerina más rancia y estereotipada del ámbito cultural español tradicional, de la España profunda, resulta acertado, deja cierto poso y sabor a través de imágenes potentes a ratos y gestos de los actores convincentes. Cierta solvencia, aunque también algo de condescendencia, al retratar a esta España negra. Sin embargo, Marta Díaz cae en los sempiternos males del llamado “cine español”: ir a la risa fácil y a la comedieta de bla bla bla que tiene que hacer reír por cojones, esa en la que te tienes que carcajear de las chorradas de siempre aunque no te hagan ni puta gracia para participar en el acto grupal de españolidad que ocurre en la sala. Cine Ja, ja ja, y jo jo jo a la antigua usanza, a la de siempre, hay que pasar por el aro. Es una película que cuenta con unos actores maduros que  están muy bien, encabezados por Gloria Muñoz, Juan Gea y Manolo Morón estupendos, contenidos aunque contundentes, pero que, por otra parte y como contrapeso, nos hace sufrir a la coñaza de Pepa Aniorte y algunos adláteres que con unos diálogos insufribles llevan a la película a un enredo idiota. Esa segunda mitad sobra, no hacía falta, pero es que el cine español no se puede contener y casi siempre tiene que intentar auto agradarse para sentirse bien. Hay un rato en que los diálogos marean y que te apetece meterle una calcetín en la boca a un par de actrices que se creen muy graciosas. N

"Inmersión", de Win Wenders. Resulta un poco triste decirlo, pero Wim Wenders ha perdido hace tiempo bastante de su interés. Sus películas de “ficción” se han perdido por un camino sensiblero e intenso que provoca un poco de grima. Se le va el pie pisando el acelerador de lo supuestamente poético. No es que no se le entienda, es que quiere parecer profundo y lo que consigue es resultar pedante. Me sucede ésto más o menos desde que perpetró aquella insufrible “Million dollar hotel”. En su descargo, hay que decir que en el terreno de la “No ficción” continúa firmando obras muy notables e incluso maravillosas como “La sal de la tierra”. “Inmersión” no es una película horrible, se deja ver y cuenta con un guión coherente. Pero no hay manera, salgo de la sala y la olvido a los cinco minutos, y no perdería dos horas revisitándola en la tele ni durmiéndome un domingo por la tarde. N

pildoras553"Lucky", de John Carroll Lynch. Enlazando prácticamente con Wim Wenders nos encontramos a Harry Dean Stanton. El bueno de Harry fue como una especie de escultura viviente desde que interpretó a Travis en la mítica “París-Texas”. “Lucky” es un homenaje grupal a él. La película se estrenó un par de semanas tras el fallecimiento, a los noventa y un años de edad, de Harry. Es una obra que huele a Jarmusch y a amistad. En ella sale el propio David Lynch, que trabajó con Stanton en “Corazón salvaje” y en la maravillosa “Una historia verdadera”. Debieron hacer buenas migas. Aparece también Tom Skerrit, capitán de la nave de “Alien, el octavo pasajero” en la que Harry hacía el papel de bocazas operario de mantenimiento. A ambos se los devoró la bestia del espacio. Y la acción transcurre por unos parajes desérticos parecidos a los que Travis recorría con amnesia en la citada película de Wenders. La película parece que trata de expresar miedo ante el vacío que ronda ante la inexorabilidad de la muerte, el paso del tiempo y la soledad. Los personajes se acompañan unos a otros durante esta ruta vital con amabilidad, ternura y condescendencia. Que gente tan interesante se reúna alrededor de tí debe resultar bastante agradable, debió sucederle eso al bueno de Harry Dean mientras protagonizaba esta película que no debes ver si eres idiota, porque entonces no te gustará y tendré que soportar tus memas impresiones cuando salgas de la sala con esa cara de pazguato. Harry Dean Stanton, nos reiremos de tí y de tus esperanzas vanas desde nuestras tumbas. El director primerizo de la película, porque es su primera obra, es el actor que hacía el papel del marido de Frances McDormand en “Fargo”. Sí, el que pintaba los sellos de patos, chúpate esa. NNN


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Si no te gustan eres idiota (IV)

cineidiota41

1. Cine (en) español (o (en) catalán o lo que coño sea).

El cine español y de habla hispana me toca de cerca, muchas veces la entrepierna, ya que no suele ser de mi gusto muy a menudo. Me agradan las cosas que se salen un poco de la normalidad y lo corriente, pero por desgracia nuestro cine más cercano suele tender siempre a la burda comedia requetevista y a los tópicos más desgastados. Los territorios que atraviesa los reconozco y quizás por ello se me tiñen de artificiales. Además está el asunto de que siempre se ven las mismas caras intentando hacer caja y que, sobretodo últimamente, es un nido de productos pseudocinematográficos pagados por cadenas de televisión que intentan que comulguemos con piedras de molino pretendiendo que nos guste lo que nos tiene que gustar. Muchos de vosotros, pazguatos, caéis en estas trampas burdas, luego decís que no os gusta la tele, pero consumís mierdas que ellas os venden con sabor a hez y olor a naftalina por los cuatro costados. El cine en español es una muestra de extremos, abarca de lo más chuscamente convencional y aburrido a lo original y único. Una muestra de lo que he visto últimamente al respecto.

cineidiota43Pieles, de Eduardo Casanova. El señor director de esta película no me gustaba mucho. Los papeles que he visto de él como actor me parecen un pastiche detestable, crea engendros deplorables pasados de rosca. Pero, tras ver esta película, ha cambiado totalmente mi percepción sobre él. Es un provocador. Los provocadores siempre me gustan. Intenta hepatar a toda la cuadrilla de necios sensibleros y creo que lo ha conseguido, muchos de sus admiradores pasados ahora renegarán de su verdadera cara. Una película diferente de todo punto al resto, al resto del universo. Todd Browning ha conseguido por fin un digno sucesor. No se corta nada Eduardo, no se corta en golpearte una y otra vez en todo el jepeto. Te golpea a tí y, con su falta de respeto hacia tu mente, hace que yo me divierta. Ha conseguido montar un circo ambulante, un circo humano que retrata más, aunque no lo parezca, lo interior que lo exterior. Si eres tonto del culo, mejor no vayas a verla, aunque puede que tengas el culo en la cara, en ese caso no te la pierdas.


Sin rodeos, de Santiago Segura. No volveré a ceder ni un ápice a la hora de ir al cine a ver mierda, lo prometo, aunque me cueste una discusión conyugal. Una basura incalificable. Otra película de cameos de Santiago Segura. Inaguantable. Se ha quedado antiguo Santiago, es como un gelocatil pasado de fecha hace doce años, ya es tóxico, enhorabuena, lo has conseguido Santiago. No hace ni puta gracia. Maribel Verdú parece la momia de Tutanjamón, recontraoperada, da pena. Todos los gilipollas de Atremedia salen en pantalla, despertando los instintos asesinos más bajos. Me repugna en todos los sentidos Cristina Pedroche, en esta película se interpreta a sí misma a la perfección, una vez más, uno de los seres más gilipollas de la galaxia. No hay por donde coger este invento. Más visto el argumento que el TBO. Ni Quique San Francisco me hace reír, y mira que eso es difícil. Imbecilidad tras imbecilidad.

cineidiota42Verano 1993, de Carla Simón. Dos niñas maravillosas dentro de una historia contada con una sensibilidad enorme. Una película infravalorada, le dieron premios Goya que merecía a otras mierdas incalificables (concretamente a la bazofia pretenciosa de Isabel Coixet), algo habitual por otra parte. Me gusta Bruna Cusí, me gusta David Verdaguer, me gusta la naturalidad de sus actores, pero por encima de todo esas dos niñas, que transmiten magia mediante imágenes poderosas en su sencillez construidas por una gran autora. Leí después de verla que Carla Simón hablaba de su propia vida, así se explica que esté escrita tan a flor de piel. Esta película es una muestra de cómo una mirada puede expresar más que cien páginas de diálogos, eso es lo grande que busco en el cine, menos bla bla bla y más piel expresada con imágenes. A veces los niños merecen ganar los premios de interpretación que se dan normalmente a adultos. Recuerdo a Tatum O´Neil en “Luna de papel” viendo a estas dos criaturas hablar, mirar, reír y llorar. El que se la pierda es gilipollas. Gracias, señora Simón.


Una mujer fantástica, de Sebastián Lelio. Fui a verla tras recibir el Óscar a la mejor película de habla no inglesa. Estaba nominada junto de “The Square”, una película que me gustó mucho, y fue premiada en vez de ésta. Tenía curiosidad por esta historia tan galardonada. No puedo decir que sea una bazofia ni nada por el estilo, pero no me explico tanta consideración hacia ella. Me da la impresión de que a los que votan estos premios les gusta sentirse bien consigo mismos y otorgan distinciones a quien “debe ser”. Es cierto que el tema LGTB en el cine empieza a cansarme, y más el de la transexualidad, me parece fenomenal que todo el mundo sea libre de hacer con su culo lo que quiera, y con su vida, así que no me lo repitan por enésima vez, por favor. No me pareció en absoluto una película transgresora, sino convencional, lo de siempre. Tiene un tono serio, de pura tragedia existencial, exageradamente triste, ni una sonrisa en la protagonista. Puede que en Chile el tema sea algo tabú, pero creo que aquí ya está mucho más superado, así que su reiteración tan constante provoca que no produzca ni frío ni calor. Pasas el rato viendo cómo la protagonista lo pasa mal y se te vienen mil cosas a la cabeza sobre el tema, pero también tienes cierta sensación de aburrimiento y de querer que se acabe porque tienes que hacer pis. Cuando me pasa ésto, y yo me aguanto bien el mear ya que aprendí a hacerlo en el colegio para no tener que ir a malolientes wáteres colectivos, es que la película no funciona. Seguramente a algunos pazguatos que conozco les gustará y llorarán lágrimas de cocodrilo cuando la vean, por compromiso o por sentirse buenas personas, pero a los cinco minutos la olvidarán.


2. Recomendación para ratos libres de sillón

Como no sólo de pantalla grande vive el hombre, finalizaremos, como siempre sin venir a cuento, recomendando alguna maravilla que ya roza lo clásico, una de esas películas que deberías ver sí o sí para dejar por un rato que tu mente abandone el neandertalismo, la horterada y la idiotez extremas que te caracterizan, puto lector desconocido.

cineidiota44Toro salvaje. Hablemos de Martin Scorsese. Son palabras mayores mentar a este señor italoamericano tan creyente y con tantas dudas existenciales. Sí, ha envejecido. Sí, ha pintado cuadros menores y el tiempo le hace mella. Vale, perfecto. Pero ha conseguido edificar algunas obras tan atemporales como ésta, verdaderos monumentos cinematográficos que puedes ver una vez tras otra sin que pierdan vigencia ni músculo. Jake LaMotta murió el año pasado a los 95 años sin que nadie fuera capaz de derribarlo sobre el ring. Cada vez que veo esta película le encuentro diferentes lecturas. Jake me gusta cada día más aún con sus imperfecciones. Jake no se vende. Los demás cortejan jovencitas y se hacen los duros, pero Jake es el que se las folla y el que sin no hubiera pistolas les partiría la cabeza a todos. Jake soporta los golpes como nadie. Jack se mea en la cara de la mafia, es capaz de testificar contra ellos y salir vivo, es capaz de negarles cien veces. Jack es la autenticidad para lo bueno y para lo malo. Esta obra no pierde ni un milímetro de interés con los años, sino que lo gana paso a paso. Joe Pesci está como nunca y De Niro está como casi siempre. Míticos. Además, Scorsese trata como nadie a uno de los más nobles y puros deportes, el boxeo, ejemplo máximo del “perro come perro” humano. Tan violento, tan de carne y hueso, tan nuestra la pelea. Habla de mitos como lo que en realidad son debajo de su capa de superheroes: hombres. Hombres que follan, aman, respiran y sangran. Y golpean a otros para sobrevivir y para autoafirmarse como sí mismos. Esto es espectáculo. ¡¡¡¡¡Esto es espectáaaaaculo!!!!!! Jack LaMotta, el penúltimo hombre vivo pelea contra Ray Sugar Robinson, que cuando se retiró se hizo bailarín. Esto sí que es espectáculo.

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