decine

circle

Anoche conocí a un grupo muy bobo. No estaba en ninguna fiesta sino delante de mi televisor esperando descubrir una nueva joya de ciencia ficción. La película elegida para la ocasión fue “Circle”, opera prima de Aaron Hann y Mario Miscione.

circle2Esta película se enmarca dentro de lo que voy a denominar “ciencia ficción intelectual”, caracterizada en proponernos una situación límite y mostrarnos la capacidad racional de sus participantes para desenvolverse, así como descubrirnos en el trance los distintos prismas de la naturaleza humana. En definitiva, es un subgénero que anima a trascender la trama y razonar junto con los protagonistas de la prueba. Propuestas como “Cube” (1997, Vincenzo Natali) o “Coherence” (2013, James Ward Byrkit) ya nos ilustraron bien sobre esta clase de género.

En esta ocasión, una fuerza maligna desconocida secuestra a una treintena de ciudadanos, a los que pretende ir eliminando uno a uno. Los participantes de esta macabra ruleta rusa intentan librarse proponiéndonos opciones que dejan traslucir su naturaleza egoísta y de superioridad bien moral, bien racial, bien de otra índole. Mientras los personajes discuten distintos criterios para seleccionar quién debe morir, la película avanza sin que éstos entren a atacar el objetivo principal: averiguar cómo escapar de la muerte. La conclusión que extraigo de su lance es que son tontos de baba por no saber explotar su intelecto grupal. Una de las ventajas de ser animales gregarios es la capacidad/necesidad de colaboración entre nuestros miembros. La suma de mentes no es igual al número de personas sino que tiene un efecto multiplicador (https://es.wikipedia.org/wiki/Sabidur%C3%ADa_de_los_grupos). Por lo tanto, era de esperar que este grupo llegara a alguna conclusión ingeniosa o, cuando menos, original. De la conclusión a la que llegaran, de haber explotado esta cualidad, no esperaría un final feliz pero sí un poco de esfuerzo. Sin embargo, tras unos tímidos intentos por averiguar el funcionamiento del mecanismo en que están inmersos, los protagonistas se pierden en discusiones que van agotando el poco tiempo que les queda.

circle4Cierto es que los argumentos que barajan ponen sobre la mesa la interesante cuestión del valor de la vida humana, lo que favorece la posibilidad de un fórum posterior: ¿Tiene mayor valor la vida de un anciano o la de un niño? ¿O quizá la vida de una persona con hijos frente a la de una persona sin hijos? Sin embargo, la trama como película se sacrifica por mor de esas cuestiones filosóficas, y tratar estos asuntos no disculpa que no hayan propuesto una salida más inteligente.

De todos modos, échenle un vistazo, que se mantiene interesante en sus 87 minutos de metraje y garantiza una buena tarde de discusiones sobre los valores humanos. Mi puntuación, un 6 sobre 10.


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