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El resurgir de la lectura profunda en linea

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- ¿Nietzche? Menudo tostón, ¿verdad?

Pues mira por dónde que no: se alza la mano tímida de la estudiante más madura de la clase.

- ¿Filósofo alemán, siglo XIX, nihilista?

- ¡Eso es! -digo, rastreando formación en cultura más reciente-:

- ¿A alguno le suena El Gran Lebowski: "Somos nihilistas, no creemos en nada..."?

Miradas atónitas desde la bancada. Cero absoluto. Estamos entre "hijos del milenio". Edad media de mi grupo de postgraduados: 22 años. En la India, las carreras universitarias acaban pronto y empieza antes la especialización. También aquí, en el Asian College of Journalism de Chennai.

resurgir2En el presente curso, hemos intentado desarrollar "Una mirada independiente", el título de una serie de lecciones sobre la relación entre información e Internet. El subtítulo es tan largo que alguno pensó que se trataba ya del contenido de la primera lección: "La metástasis de la comunicación y la anorexia de la información". Slavoj Zizek es el autor de esta última definición inspirada en una patología alimentaria.

-¿Slavoj qué?

Así que, para empezar, les dimos un atracón de nombres nuevos a estas mentes no formadas específicamente según el modelo occidental. Procedimos desde el Ansia de información de Richard S. Wurman al más reciente La Invención de las noticias de Andrew Pettegree, pasando por Marshall McLuhan, las visiones de Ben Franklin y Thomas Jefferson, sustento del periodismo estadounidense con sus interminables diatribas, para acabar con los intelectuales franceses cabreados como Pierre Bourdieu, Jean Baudrillard y Paul Virilio. Y con la exploración de argumentaciones más recientes como las de Lee Siegel (autor de Contra la máquina) y la referencia absoluta de Nicholas Carr, Los Bajíos, que aborda la cuestión de cómo nuestro cerebro está a punto de transformarse por el uso de Internet. No nos olvidamos tampoco de las acusaciones de Morozov sobre el presunto impacto de Internet en la historia contemporánea.

Sontag, Barthes, Berger y Camille Paglia nos hicieron comprender cómo las imágenes triunfan sobre el texto en el momento preciso en que Facebook anuncia que, en pocos años, se habrá transformado en un canal de vídeo. Se trata de temas importantes sobre todo porque, durante la semanas en que se desarrolló el curso, por las capitales indias de la Tecnología de la Información (como Chennai) pasaron todos sus capos: Zuckerberg (Facebook), Bezos (Amazon), Nadella (Microsoft).

Todo ello, pues, para desembocar en el presente y comprender en qué consiste la famosa Nueva Inteligencia y su odio por la originalidad; el himno al plagio, al corta y pega llevado a los altares por Jonathan Lethem y compañía. Tenemos también noticia de un curso de "Escritura no creativa" impartido por una universidad estadounidense, por supuesto. Prohibido ser originales, hay que sacarlo todo de Internet.

resurgir4Al principio, estos jóvenes alumnos nacidos en torno al milenio reconocían tener serios problemas de concentración al enfrentarse a textos, por breves que fueran, confirmando así lo que decía el otrora gurú de la "usabilidad", Jakob Nielsen. Luego, los obligué a hacer sus deberes en un blog en línea. Eran libres de responder incluso con una poesía, con una imagen o, por qué no, con un tweet. La única condición era que fueran contenidos asimilables a un comentario sobre el texto propuesto. Y, sin embargo, todos optaron por articular sus expresiones y reacciones con palabras y consiguieron hacerlo cada vez mejor, añadiendo, a veces, una foto o un gráfico (la moda de los metadatos es global).

Cuando íbamos por el segundo tercio del curso, los alumnos empezaron a darse cuenta de que se encontraban en condiciones de leer textos largos en línea, de razonar al respecto y de rentabilizarlos en el marco del trabajo de clase para profundizar en el tema tratado.

Un jovencísimo estudiante admitió que él busca sobre todo en Internet opiniones sobre el cricket para así formular mejor sus comentarios y análisis referidos a este deporte. Después, reconoció dejarse arrastrar por el ruído, a menudo inacabable pero de alguna manera informativo y relajante, de las redes sociales. Así que a todos los estudiantes les resultó evidente que es más que posible leer textos largos en línea, que de ello se deduzca un verdadero crecimiento intelectual y que, simultáneamente, se pueda utilizar Internet para pasar el tiempo en Twitter o Facebook.

resurgir5Así que fuimos arribando a lo que afirma David Dowling (Universidad de Iowa) en el larguísimo texto que he puesto esta semana como trabajo para casa: "Huyendo de Los Bajíos: el resurgir de la lectura profunda en la era digital". Hoy en día, existe una innegable tendencia a explorar, comprender y leer textos largos, ebooks (véanse los datos de crecimiento del sector en Italia), análisis, largos editoriales, reportajes, trabajos de investigación y ensayos. Aunque estén en la Red.

El medio es el mensaje, de ello no hay duda. Pero no está claro que una fase específica en la relación entre sociedad y nuevo medio sea el mensaje único del propio medio.

O, lo que es lo mismo: si, durante un período de asentamiento, de habituación, nos sentimos incapaces de leer textos largos a través de un medio nuevo a causa de las distracciones que éste último conlleva, ello no es óbice para que la plasticidad del cerebro humano no nos permita adaptarnos y recuperar aquella capacidad de concentración necesaria para disfrutar de una narrativa larga o de razonamientos extensos y complejos, aunque los leamos on line.

En cualquier caso, está claro que si habéis llegado hasta aquí, es que pertenecéis a la "nueva" categoría. Enhorabuena.

resurgir6Hay fases de adaptación, bien documentadas por los estudiosos con abundantes gráficos, que demuestran que lo que se nos aparece como punto de aterrizaje en la relación con un medio de comunicación rara vez lo es. Pero quede claro que nos nos estamos entregando por ello a un optimismo desenfrenado que confía en el mejor de los finales para la humanidad siempre y en todo lugar. Por supuesto que no.

Por lo demás, el resultado puede mejorar gracias a los catastrofistas y luddistas como Nicholas Carr, que nos ponen en guardia ante los peores y más idiotizantes aspectos en la relación con el nuevo medio.

Es también gracias a ellos por lo que aumenta el número de "lectores de fondo" en Internet y por lo que, como parece que está ocurriendo, los informes y estudios de marras concluyen que la Red es un sistema que contribuye más a potenciar que a erosionar la inteligencia.

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