benny

La vuelta de la moda de los juegos de estrategia

estrategia1

Desde el estallido de la guerra ucraniana y rusa, la geopolítica ha dado un vuelco en el continente africano. De momento, algunos gobiernos en África están beneficiándose de la escaramuza en tierras europeas. A pesar de que la mayoría de la población se mantiene en modo de supervivencia desde el estallido de la pandemia covid-19. Los precios disparados, los suministros importados a trompicones, los desastres medio ambientales azotando fuerte. Nada parece despejar el temor en un futuro cercano. Mientras, los líderes de la Unión Europea son simples peones en el juego de ajedrez que se está dirimiendo entre reyes y reinas de países del club BRICS y USA. En este nuevo tablero geopolítico mundial, África resurge como el apetitoso amigo al que atraer y agasajar. Prima garantizar los suministros de gas, petroleo y carbón.

La dislocación de los mensajes pro democracia y derechos humanos con las acciones ejecutadas fuera de las fronteras del jardín europeo de Josep Borrell, está mermando la fuerza moral europea a la velocidad de los envíos de armamento a Ucrania. El despertar tardío, junto al espejismo de seguir mirando a las ex colonias como aliados perpetuos de las metrópolis europeas, les está dejando fuera de juego. Al grito sálvese quién pueda, Alemania y Francia se lanzan a la recolección de recursos escasos por las sanciones a Rusia. Asegurar los suministros de gas, petróleo y carbón, fuera de la órbita rusa, es la nueva prioridad que ha demolido el viejo tablero mundial. En esta carrera de atletas, la última visita del canciller alemán a China, para abrazar al gran coco Li Jinping, ha desatado todo tipo de resquemores en el palacio de Versailles y la Casa Blanca. Los arrumacos de Emmanuel Macron a Nicolás Maduro durante la cumbre del clima, COP 27, no han dejado indiferentes a los que guardan al opositor venezolano, Leopoldo López, en el trastero nacional.

En los tiempos que corren, la Unión Europea está pérdida en el nuevo campo de juego. La condescendía supremacista eurocéntrica produce distorsiones en el enfoque del objetivo a disparar. África ya no es ese continente infante fácil de engatusar con caramelos veganos. Las contrapartes africanas exigen relaciones bilaterales basadas en mutuo respeto y cordialidad. Perdidos en el jardín de los sordos, los repartidores de dulces siguen bajándose al sur para repartir caramelos sin azúcar. Desde que se inicio la invasión de Rusia a Ucrania, en Sudáfrica se han multiplicado las interacciones con ejecutivos europeos. Tras una visita del canciller alemán Olaf Scholz a mediados de año, le siguió otra de Pedro Sánchez cinco meses después.

estrategia2El canciller alemán fue el primero en subirse al carro tirado por renos para viajar a África. El pasado mes de mayo, Olaf, viajó a Sudáfrica escoltado por acaudalados empresarios alemanes, ministros de carteras comerciales y financieras de su gobierno, y un séquito de periodistas alemanes. En un sólo día, siguiendo el diseño del reciente viaje a China, se organizó el breve encuentro con las contrapartes gubernamentales sudafricanas, rueda de prensa conjunta de jefes de ejecutivos donde se anuncian paquetes financieros de ayudas para inversión en Sudáfrica, y finiquitando la visita con encuentro e intervenciones en foro de empresarios sudafricanos y alemanes. Olaf también visitó la sede de la paraestatal petroquímica SASOL, en la que Alemania está invirtiendo millones de euros para producir hidrógeno verde. En definitiva, un día de comerciales y un objetivo alcanzado: garantizar el suministro de recursos naturales y beneficios empresariales.

La contraparte sudafricana finiquitó la visita alemana con puntos sobre las íes. Cyril Ramaphosa reclamó claridad sobre el capital prometido durante el COP26. Unos 8.500 millones en ayudas para la descarbonización energética en el país. Los periodistas alemanes hablaron de sanciones contra Rusia. Los periodistas sudafricanos sobre la eficiencia de esas sanciones para la resolución de conflictos. En un revés mal sincronizado, Olaf apostilló: “Las sanciones impuestas a Rusia funcionan porque hay otros proveedores alrededor del mundo que están listos para vendernos su producción de carbón, que hasta ahora conseguíamos de Rusia. Honestamente, algunos, como Sudáfrica, por ejemplo, lo hará y gracias a ellos son posibles estas sanciones”. Más carbón, mi amigo sudafricano.

Sudáfrica es el séptimo productor de carbón mundial. Alemania quiere que Sudáfrica garantice el suministro de carbón al país europeo este invierno. A su vez, el gran germano ha prometido millones de euros para descarbonizar la producción energética sudafricana. Rebobinemos. La incongruencia hace estallar las cabezas de sudafricanos, que ven aumentar como la espuma la recaudación de las arcas del estado con impuestos a la exportación del carbón. Los alemanes, ingleses, franceses y norteamericanos han prometido financiar la transición a la descarbonización del país. Pero antes de que el invierno cubra el continente europeo, ruegan a los africanos del sur que aumenten la producción y exportación de carbón a Europa. En tierras africanas, el cinismo ante líderes norteños crece como las setas tras un día de lluvia otoñal.

estrategia3Pedro Sánchez, evitando que le pudiesen acusar de original aventurero por tierras africanas, mimetizó con Alemania en su visita a Sudáfrica. Pedro se hizo acompañar de destacados empresarios asociados a la CEOE, la ministra de industria, comercio y turismo y por su puesto un grupo de periodistas españoles. La replica alemana fue excelente. Breve reunión con contrapartes del ejecutivo sudafricano, rueda de prensa conjunta de Cyril y Pedro, donde el presidente español anunció un paquete de ayudas a empresas españolas que inviertan en Sudáfrica. Encuentro y discursos ante un foro de negocios con sudafricanos y empresas españolas. Todo siguiendo al milímetro el patrón marcado por los alemanes. Las diferencias se hicieron evidentes en los puntos que el gobierno sudafricano quiso poner sobre las íes. El bloqueo a la importación de cítricos sudafricanos en la UE del gobierno de Pedro. Un sector que, recordó Cyril, da trabajo a 300.000 personas en el país. Los periodistas sudafricanos remataron la faena con preguntas sobre el tratamiento de los países del sur de Europa a los inmigrantes africanos, con la imagen de muerte y tortura de africanos en la entrada fronteriza a España el pasado junio.

Se reparten panes. Francia anuncia su retirada del Sahel, como si fuese un desplante de la antigua metrópolis colonial a sus siervos. Nada tiene que ver que los sentimientos anti-franceses no han dejado de aumentar en la región en los últimos años y que los líderes corruptos y opresores ya no dependen exclusivamente del dinero y ayuda francesa. Hay otros moradores en la zona. Emmanuel Macron, siguiendo el patrón anquilosado de los tiempos postcoloniales, mantiene que los niños africanos se han dejado engatusar por los dulces caramelos made in Rusia y China.

Nada tiene que ver que Emmanuel vanaglorie a dictadores fallecidos africanos, con la distinción de “amigos leales de Francia”. Nada tiene que ver el conocido impuesto colonial que Francia ha mantenido hasta hace dos años en ocho países del africa occidental y central. Benin, Burkina Faso, Cote d'Ivoire, Guinea-Bissau, Mali, Niger, Senegal y Togo estaban obligados a depositar al menos el 50% de sus reservas en divisas en el erario francés hasta el 2020. Y para hacer uso de esas reservas era obligada la aprobación de altos funcionarios del ejecutivo francés.

estrategia5El renombrado UEMOA, Unión Económica Monetaria Occidental Africana, es un instrumento financiero establecido en 14 antiguas colonias francesas, justo antes de sus independencias tras la ola descolonizada de los años 60. Francia forzó a esas colonias a delegar su soberanía monetaria al estado francés. Un pacto colonial que condenaba a esos países africanos a depositar el 85% de sus reservas en divisas en el banco central francés, bajo el control del ministro de finanzas de la antigua metrópolis. El porcentaje se redujo más adelante al 50%, aunque se mantuvo operativo hasta mayo del 2020. Estos depósitos de reservas en divisas africanas en Francia, fueron conocidos como el impuesto de la era colonial. Millones de francos africanos han estado depositados en el sistema financiero francés. El antiguo presidente francés, Jacque Chirac, reconoció públicamente que sin la riqueza de África, Francia pasaría a convertirse en un poder global de tercer rango. En 2019, el ex embajador de la Unión Africana en los Estados Unidos, Chihombori-Quao, denunció como “Francia adquiere 500 mil millones de dólares de países africanos francófonos gracias al pacto colonial”. No fue hasta mayo de 2020 que el parlamento francés aprobó acabar con la obligación de esos ocho restantes países africanos a depositar la mitad de sus reservas en divisas en suelo francés bajo control gubernamental francés.

La moneda se mantiene. El franco africano, renombrado Eco, sigue bajo control del banco central francés. Según los apologetas, este sistema garantiza la estabilidad monetaria y convertibilidad de las monedas de estos países africanos. Aunque el flujo histórico del capital africano hacia el banco central francés siempre ha sido mayor que el flujo de capital dirigido a África. La ayuda al desarrollo ofrecida por los sucesivos gobiernos franceses a sus antiguas colonias ha endeudada a esos países a niveles insostenibles. Y aquí nos encontramos. Ante un nuevo tablero geoestratégico mundial con nuevas reinas y reyes, mientras el poder de las antiguas metrópolis europeas palidece en comparación al club BRICS.

estrategia4El cinismo africano tiene un efecto de tierra quemada. China, India, Turquía y Rusia están construyendo sobre él a pasos de gigantes. Los norteños temen y mucho. Atrapados en las trampas de dictadores africanos que utilizan el factor chino y ruso como palancas para forzar la apertura del grifo de dinero que fluye y se pierde en administraciones corruptas en Camerún o Uganda. Y en gobiernos que ejecutan genocidios como en Etiopía, último en apuntarse a la barra libre de ayuda financiera del Fondo Monetario Internacional. Las nuevas generaciones africanas en países de Uganda, Camerún, Gana, Kenia, Mali o Sudán están atragantadas con las promesas vacías de gobiernos europeos que tienen como objetivo convencer a sus ciudadanos europeos y norteamericanos del buen hacer samaritano de sus representantes fuera del jardín norteño.

Las voces sureñas bocean a las norteñas, “dejen de financiar a nuestros opresores”. ¿Cómo?. Cierren el grifo de los prestamos del Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial a los gobiernos que no cumplen con objetivos de transparencia y rendición de cuentas. Nieguen la administración del dinero prestado a dictadores y gobiernos corruptos en el continente. Apliquen la legalidad que establece los documentos y tratados de esas instituciones financieras internacionales. Pero aquí estamos, una vez más, pidiendo más madera a nuestro amigo africano.


Imprimir

lanochemasoscura