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La canción del verano

Por fin. Ya lo tenemos. ¡Qué bonito, ha quedado una portada muy chula! Nos la ha hecho una amiga que hizo un curso de diseño gráfico hace unos años, la verdad es que tiene muy buenas ideas. Un fondo desértico con una carretera en primer plano, y la parte trasera de un descapotable alejándose, con la matrícula Joel-1. Perfecto. Se ven nuestras coronillas sobresaliendo de los asientos, Pablo tiene el brazo echado sobre mi hombro, camaradería a saco. Se nos ve un poco la ropa, todos con camisa blanca menos Jero, que va conduciendo y lleva un sombrero negro tejano y camisa vaquera. Estamos hasta guapos. Parece que partamos hacia el infinito. ¡Estamos lanzados! Tenía unas ganas de editar el CD, después de tanto tiempo. Ahora podemos presentarnos a concursos de verdad, de grupos con disco, y no solo esas cutradas de maquetas para principiantes. Y nos han prometido una buena promoción, sonar en la radio, conciertos este verano... la cosa pinta cojonuda, la verdad. Me siento en la cima del mundo. Voy a ponerlo un rato para deleitarme con el sonido.

¡Qué buena esta intro! Los instumentos los han cuidado mucho, todo parece colocado en su sitio, como si estuvieses viendo al grupo delante tuya. El teclado hace una cama perfecta para la entrada de la batería, sólida y contundente, y entonces, tras un par de compases, hace su aparición la voz, suave y cálida, baja la intensidad y una guitarra arpegiando acompaña el principio de la estrofa. ¡Genial! Suena a grupazo. Suena a éxito. Me quedo con este primer tema, "Pegando fuerte", aunque los otros ocho no están nada mal. Lo pongo una y otra vez, quiero saciarme y no puedo... es que suena requetecojonudísimo. ¿Como podía no gustarme cuando nos lo propuso la discográfica? Creo que fue Claudio el primero en decir "pues no está tan mal", y poco a poco se nos fue quedando a todos en la cabeza, nos llamábamos y estábamos pensando en lo mismo: un arreglo por aquí, un toque sutil por allá, jugar con las intensidades... ya no parecían las cuatro notas del principio, que nos sonaban a repetido. Ahora era nuestra canción. Realmente el trabajar en ella, seguir los consejos de Juan Sotillo, que ha hecho tantos temas para tanta gente importante, "sudar la canción" como nos dijo aquella tarde de intensa grabación... todo ello se ha conjugado para lograr una bellísima pieza que tiene toda la fuerza y a la vez la sensibilidad necesarias para llegar al gran público.

cancion2Jero, el cantante, hizo lo que pudo, pero claro, tampoco las letras han sido nunca su especialidad. Tiene buena voz, pero sus ideas son bastante chabacanas, siempre metiendo palabras malsonantes y más bien barriobajeras. Le costó entenderlo, pero una vez grabada la música la cosa cantaba una barbaridad. No había color. Escucharle a él cantando su letra y luego esa preciosidad que grabó Paula, la chica del estudio, es que era la diferencia entre que lo escuchen cuatro gatos a que pueda sonar en cualquier emisora, en cualquier garito... Al final tragó, claro, nos reíamos constantemente de su estribillo (él quería decir: "No puedo más, solo quiero penetrarte muy lento" y le llamábamos maricón y sodomita. Al final se quedó "No puedo más, es tu amor que me ha llegado muy dentro", infinitamente mejor). Creo que este verano más de una braguita se va a caer hasta los tobillos, cuando esto suene en mitad de la fiesta. ¡Ouh, yeah!

Me pongo a ojear el libreto distraídamente mientras escucho el tema por enésima vez. Las fotos del interior de la carátula están poyudas, con las gafas de sol y la pose agresiva pero tierna, el cantante con la pierna subida en el bafle y gesto fiero con el micro en la mano, nosotros un poco detrás pegándole a los instrumentos como si no hubiera un mañana... y esa otra en la playa, de espaldas y pasándonos los brazos por los hombros... o la que estamos haciendo auto-stop con las botas camperas, Jero con su sombrero, Robe, el batera, con un pañuelo pirata atado a la cabeza y los demás con las melenas al viento (que trajeron un ventilador y todo para que pareciese más real, son unos profesionales). Mi favorita es la que acompaña a la letra de "Afinidad contigo", el quinto track. No solo porque aparezco en primer plano con el bajo, es que se lo han currado un montón, con un ángulo imposible que parte del clavijero y se expande hacia mis manos en gesto de hacer "flanger" y detrás los demás difuminados. Se me ve el flequillo chorreando sudor, cubriéndome parte de la cara. ¡Dios, aunque sea una balada, parece que estoy tocando algo de los Primus! Todas mis amigas me han dicho que salgo muy guapo, que es la mejor foto que me han hecho, que normalmente no salgo bien en las fotos pero que en esta estoy hasta bueno. Je, je, seguro que alguna cae. Cuando seamos famosos, se van a pegar codazos para acercarse a mí.

Sin darme cuenta ha saltado el segundo tema, "Nostalgia de tí". No es tan bueno, suena un poco monocorde y aburrido, pero la letra le aporta mucha profundidad (hay una parte que dice "es tu recuerdo, es tu recuerdo de mi cuerpo junto al tuyo, dos almas encadenadas, dos mundos en conjunción..." que me pone los pelos como escarpias... creo que esa parte la hizo Sergio, el que tocó los teclados en la grabación porque el ligado no le salía muy bien a Pablo). Lo escucho hasta el final y sí, cuanto más lo oigo más me va gustando. Hay que dejarse fluir para que entre, pero una vez que lo pillas mola una barbaridad. Es que no hay que resistirse a la buena música, si está bien hecha, por profesionales, queda bien. Solo es cuestión de escucharla una y otra vez, para eso están las emisoras, la tele, Youtube... no te das cuenta y la tienes metida en la cabeza, te descubres tarareándola en el ascensor, en el coche, camino al trabajo. El día que sales de marcha y la ponen, ya te la sabes. Ese es el secreto, un trabajo sólido y mucha repetición, hay que ponérselo fácil a la gente, no les puedes perder con sonidos demasiado estridentes o raros, entran mejor las armonías claras y definidas, a ser posible que suenen a otras ya hechas para facilitar el sentimiento de pertenencia, sobre todo en adolescentes, que son los principales consumidores. No nos engañemos, esto no lo hacemos por gusto. Se trata de ganar dinero, que al fin y al cabo nos hemos gastado casi cuatro mil euros en la grabación y le debemos a todo el mundo. This is bussiness, men...

¡Vaya, me he puesto a divagar y de repente se ha pasado el disco entero! Es que claro, como se parecen mucho las canciones, no te das cuenta. Así suena más compacto, más a "nuestro sonido". Joder, la última pieza, "Nos vemos en la FNAC" es super alegre, con el rapeado y los coros de gospel a saco... ¡qué gustazo!


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