Ágata G. Bové
- ¿Cómo conociste a LNMO?Mejor que omita detalles, estaban algo bebidos. El tío me pareció poco dado a la higiene, ella sonriente todo el tiempo, algo falsa. Las cervezas no eran caras, insistieron en que no eran caras, tienen pinta de gastar poco en casi todo....
. ¿Cómo reaccionaste cuando se te planteó colaborar con LNMO? ¿Sabías que era como el reclutamiento de la familia Corleone, o como la llamada de la selva?. ¿Cómo definirías/Qué piensas sobre qué/quién es la LNMO?
Pues con reservas. Soy muy discontinua y dispersa, tengo mala leche y me distraigo con una mosca. Pero accedí. LNMO creo que es ese tío tan raro que se hace llamar a sí mismo de ese modo también tan extraño. Creo que es él. Está algo colgado, pero yo también.
. ¿Qué piensas cuando te miras al espejo? ¿Te miras al espejo? ¿Cóncavo o convexo?
Pienso que estoy buena, a ratos. Una vez me tomé tres Diazepanes seguidos de mi madre y veía espejos cóncavos y convexos, y creo que me follé a alguien, pero no lo recuerdo bien...
. ¿Comes carne roja?
Sí. Me gusta comer carne roja, carne animal y de hombre. Me gusta la carne, y a veces, sólo a veces, el pescado. Pero el conejo con tomate me da asco.
. ¿Alguna asignatura pendiente? ¿Has visto ya asaltar naves en llamas cerca de la puerta de Tanhaüsser?
Una orgía con treinta chicos negros muy bien dotados. Esa nave sí que la hacía arder yo muy cerca de Tanhausser. Soy como Roy Batty, pero en mujer.
. ¿Yoga Kundalini o Von Manstein?
Los nazis eran como gitanitos y morenos, los ases del compás. Von Manstein cantaba por las Ardenas: “y ahora vengo yo, a cantar sereno, ahora vengo yo con estilo aunque no sea morenooooo”.
. ¿Dónde te gustaría perderte? ¿De dónde vienes? ¿Hacia dónde vas? ¿Dónde naciste? ¿Dónde quieres que te entierren, incineren, que te coman los buitres y resucitar al tercer día?
Nací en Valencia, vivo en una urbanización a las afueras de la ciudad. No voy hacia ninguna parte, bueno, sí, hacia la tumba, igual que tú. Quiero que me entierren en un panteón. Si me lanzan al mar porque fallezco durante un crucero que me tiren al agua en un ataúd de amianto, para contaminar un poco el mar. Ya sabes, luego viene la evaporación, llueve y riega los campos de las lechugas que tú te comes. El ciclo del agua. Cuando mi perro Óscar se caga en la acera si no me ve nadie no lo recojo, ni de coña, si lo pisas da buena suerte. . Demasiado tarde para… ser virgen...
. Demasiado pronto para… el sexo en grupo con ancianos...
. Microsoft o Apple… Una difícil cuestión. El otro día vi la peliculita sobre el señor ese que se creía omnipotente pero que se murió de cáncer. Es que en realidad no tengo nada en contra del señor manzana, sino más bien contra los esnobs comemierda de sus seguidores, esos sí me dan algo de asquete, son gilipollas todos sin excepción.
. Me falta tiempo para… defecar tranquila. Siempre hay alguien que me molesta. Me siento en la taza, abro el periódico y a los tres segundos ya hay algún gilipollas llamando a la puerta con una urgencia prostática o vaginal.
. Prioridad absoluta, caiga quien caiga: … reírme un poco en la cara de algunos, sobretodo de esa panda que se creen perfectos y en posesión de la poción mágica de la verdad y el bien. Que les den. Yo pongo mi granito de arena comportándome ante ellos de forma falsa y carcajeándome en su jepeto.
. La cualidad que más valoro: … la maldad. Está a todas luces infravalorada. Me pone. Pero la maldad consciente, no ser gilipollas, eso es otra cosa muy diferente.
. Música, sordera… “Die fahne hoch”, mi canción favorita. La música está sobrevalorada, como casi todo.
. ¿Qué has leído y qué lees que forme parte de ti o que cambió tu vida?
Paulo Coelho, Ken Follet y Almudena Grandes son igual de repugnantes, de forma diferente, pero repugnantes en sí. La repugnancia y el odio cambian la vida de cualquiera.
. Un nombre propio.
Aristóbulo.
. Un palabra.
Gilipollas.
. ¿Recuerdas lo que sueñas?
Hoy he soñado que estaba follando con un tío y de repente tenía cabeza de cordero, el tío.
. ¿Tumba o urna?
Tumbona.
. Dime algo, en dos líneas...
Estaba nadando en la piscina del polideportivo y me entraron ganas de mear. Por mi calle nadaban otras tres personas de forma ordenada, en fila, pegados siempre a la derecha. El resto de calles también estaban petadas. Cuando vi que se acercaba el tío ese que siempre se para a hablar conmigo, el que me retrasa, dejé que los fluídos corporales salieran libremente, y con el relajo se me escapó un pedo que alguien debió comerse durante el nado subacuático.
