Elián Nerak: Apuntando al ojo de la serpiente
  • Home
  • Sonámbulos
  • Elián Nerak
  • Apuntando al ojo de la serpiente

El hombre de hielo vino a visitarnos...

hielo1

Admito que no estoy muy seguro de su aspecto. Pero era un hombre muy común. Aquel día yo había dividido mi tiempo entre mi mujer y el bar, y sin darme cuenta me había emborrachado. Pero ¡mierda! aún podría desvestir a un muerto, yo estaba muy consciente y sabed sin embargo que él venía con ganas de pelea, o algo así y ahora estaba en el bar pegándose con un tipo.

hielo2Al mirarle, vi a un hombre que llevaba hielo, feo y alcohólico, un tipo de lo más corriente, una bomba a punto de estallar, así de simple.

La noche nos pilló a todos en el bar. Estaba cansado, tanto, que a mí la barra me parecía de treinta metros de largo y aquel tipo era un hijoeputa de cara viva que andaba suelto, escupía y maldecía. Sin duda había bebido del manantial de los listos. La gente les rodeaba. Yo miraba desde el final de la barra. Él le tenía sujeto por el cuello, le tenía atrapado y se reía, parecía un gorila macho violento y sí, lo sé, pensaréis que estoy loco pero para no ser menos, yo me acerqué a él, escupiendo cerveza.

-¡Te voy a patear el culo! - Le dije.

Le soltó y cayó al suelo, y vi como su brazo volaba en el aire me habían contado hasta tres, uno, dos y tres. Entonces me dio un puñetazo, caí y lo único que veía eran las patas de las mesas, las patas de las sillas y algún diente roto rodando por el suelo. Me incorporé, lancé un derechazo pero solo removí el aire. La gente se alborotaba. En ese momento fui consciente, afuera se escuchaba el ladrido de un perro. Ese perro entró por la puerta y, ¡joder!, no había nada de bueno en aquel perro, y lo mire y sus dientes parecían ser su mascarón de proa. ¡Maldito animal! Me agarró la pierna, yo maldecía intentando apartarle, le asesté un puntapié pero sus dientes torcidos, la mandíbula y su cabeza hincada en mi pierna hicieron desgajar mis huesos.

hielo3¡Joder! No hacia ni una hora estaba follando con Laura, respirando sexo en la habitación, éramos como dos anfibios que necesitan del agua antes de salir a respirar, sí, y le hacia observaciones amables sobre su esplendido culo.

-¿Sabes? Me gusta tu culo, tienes un culo precioso. Yo amaba su culo porque estaba enamorado y sé que ella amaba el mío. Era un momento grandioso. Y sin embargo me encontraba en esta situación arrastrado por esta riada violenta y enfangado de mierda, así me sentía.

Pero volvamos. Le dí una patada al perro. La sangre apareció, era como si nunca pudieras salir ileso de un momento grandioso y hubiera que pagar. Caí al suelo ¡Joder y vino ese hijoeputa!.

Me pateó la cabeza, las piernas, los dientes rotos, me mordió, me pisó, y acabé con una oreja colgada, la nariz torcida, una ceja partida y una conmoción.

Desperté en la cama del hospital. Era de noche. Lo vi por la ventana a mi izquierda. También noté ese dolor en mi pierna, en mi cabeza y en todo mi cuerpo y yo lo ignoraba como se ignora al sol de agosto, pero estaba ahí, Insistente.

hielo4-Has tenido suerte- me dijo la enfermera.
-¿Que pasó?
-Claro que fue peor lo del otro
-No entiendo
-Si, el perro les mordió y se avalanzaron sobre él. Huyó. Y dieron golpes y golpes al otro. Le rompieron las costillas.
-¡Joder! ¡Que hijoeputa! ¿Sabe? Llevo en este mundo encendiendo cigarrillo tras cigarrillo veintiséis años, y ¡joder!, que miras hacia arriba y ya el humo se coge medio cielo y nunca nunca conocí hijoeputa mayor.

Cabello largo y negrísimo, apareció Laura por la puerta. Se acercó temerosa. Pobre Laura. Seguramente pensaba que me habían matado. Pero no. Nos miramos a los ojos pero no hubo comunicación, los reproches salían por todas partes, me miraba abriendo sus ojos de arriba a abajo. Parecía sorprendida...

-Ese tipo está dando alaridos de dolor en la planta baja. Y a ti, ¿a ti qué te pasó, en qué estabas pensando?

Y ya, sin saber qué decir torcí la cabeza. Era de noche, lo vi por mi ventana a mi izquierda, pero ahora no dejaba de mirar sus piernas, un poco de suerte no viene mal aunque sea de vez en cuando. ¿Verdad?

Imprimir

  • 1
  • 2
lanochemasoscura