Más o menos optimistas
W: ¡Ey! Que todo esto es para evitar el sufrimiento de las personas, ojalá nosotros cuando seamos viejas, pero si no, de los que vienen después.
B: ¿Y quién te crees tú?, o mejor, ¿qué se creen esos a los que les estás siguiendo las ideas? Que el ser humano es solo un bicho más en la Tierra, uno que está condenado a creer que hace una contribución magnífica a la humanidad cada vez que se está cargando algo.
W: ¡Ay, no! Evítate ese rollazo de que el peligro del ser humano es creerse dios. Abre los ojos. Te guste o no, tiene el planeta Tierra bajo su control. Dispone como puede, tanto como sus capacidades se lo permiten. Simplemente es el resultado del orden de las cosas. No aceptar esto es tan absurdo como pretender que las leonas no obedezcan al llamado de sus instintos al querer follar con el león de mejor melena o el que mejor descendencia le pueda asegurar, según dicen que es su criterio para escoger ligue. Nosotros podemos controlar, organizar, distribuir… y los que no pueden hacerlo pues… les toca dejarse hacer. Los humanos no necesitamos ser dios, somos humanos…
R: Humanos entre otros muchos seres en el gran ser Tierra. Estoy de acuerdo con Rosi en que estás siguiendo ideas a ciegas, habría que cuestionar un poco.
W: ¡No, no! He leído y he pensado la cosa. Todo esto tiene que ver con el poshumanismo. Son científicos y filósofos, no tres lengüilargas como nosotras.
R: No te metas conmigo, yo creo que lo de hablar es mi mejor virtud.
B: ¿Virtud? Porque tú a todo le encuentras buen olor, pero vamos a ver: apestamos; cada persona es un grano con pus que le sale al planeta, y no te enteras de que en el mundo sobran nuestras palabras, hablar no mejora las cosas.
R: ¿Cómo no encontrar lo bueno en cada cosa? Si es que cuando aparecen los problemas es que se nos ocurren nuevas ideas y estamos dispuestos a replantearlo todo. Si la vida nos fuera bien siempre, no existirían los signos de interrogación. Venga, más paciencia para escuchar, qué más te da si son sólo ruidos que sobran, según tú. Escuchemos a esta que se ha leído a los filósofos. Anda, listilla, cuéntanos más.
W: Ya ni sé por qué empezamos con esto.
R: Por la entrevista que viste. Que te llevó a una página de un tal Instituto para el futuro de la humanidad, un artículo… una entrevista…
W: ¡Nick Bostrom! Estuve siguiéndole la pista. En una entrevista hablaba sobre las posibilidades reales de que nos autoextinguiéramos. Aluciné con lo que decía: de los riesgos de la humanidad ente la posibilidad de guerras biológicas, intervenciones sobre el clima, desinformación generalizada…
R: Te falta lo más interesante: que el tal Bostrom había dicho ser un optimista preocupado. ¿Cómo se puede ser optimista con ese panorama?
B: Bueno, no se necesita ese panorama. Con haber nacido conscientes ya basta para no ser optimista. Tú y tú, son unas optimistas, ¡están perdidas! No entiendo… si ya hemos visto lo que sucede: los humanos van saltando de una meta a otra, un plan fallido tras otro. Llevamos el sufrimiento por dentro pero como no lo soportamos, nos inventamos mundos allá afuera a ver si… pero nada, aquí sufriendo, e igual de optimistas.
R: Es cierto, Blacky, quiero decir, de eso era que hablábamos, del sufrimiento. Y sí, Warmi, con lo de las leonas me haces pensar que tampoco todo ha estado mal; se sufre menos que antes, en cuanto a enfermedades y recursos… al menos en sociedades como la nuestra.
B: Tuviste que agregar la aclaración.
W: Ese es el punto. Siempre habrá riesgos, márgenes de error, áreas sin cubrir. ¡Nadie es perfecto, joder!
R: Nada de eso. Yo no estoy pensando en resultados perfectos, lo que digo es que nos quedamos cortos en lo que motiva esos adelantos tecnológicos, en lo que está buscando el ser humano con su conocimiento.
B: ¡Control absoluto! ¿Te parece poco? ¿Se te ocurre que tendríamos que ser más ambiciosos?
R: Es cuestión de enfoque. ¿Cuáles son los valores que motivan ese propósito?
W: Ser los amos, ya está. Así aseguramos la supervivencia de nuestra especie. ¿Te imaginas si los ratones o los insectos, que en cantidad son más que nosotros, fueran más evolucionados y nos controlaran o impidieran nuestra vida? ¡Ese riesgo sería peor! Tendrán que aceptarlo, ¿no?
R: ¡Claro!, pero ese es mi punto: estamos tazando por lo bajo. Pretender ser más fuerte que los otros animales y que la naturaleza no arrase con nosotros, ¿eso es todo?
B: Vamos con ello, dale, no te cortes, tú siempre esperando más de las personas.
R: Ni me nombres a…
B: No cambies el tema.
W: ¡Ya la has liado! Contigo no hay modo, siempre a sacar lo peor.
B: Solo he dicho…
R: Ya, ya… no nos calentemos. Estoy todavía sensible pero… no viene al caso. Lo que digo es que creo que tendríamos, porque tenemos la capacidad, que pensar mejor el propósito de lo que hacemos, de nuestro afán de conocerlo todo y de inventar más y más. Podríamos preguntarnos de nuevo, qué y por qué conocer, para dónde y por qué continuar. Damos por hecho que tenemos que seguir para delante, sea como sea, aun cuando los riesgos nos lleven a una vida… poco menos que una mierda. Según te entendí, para evitar males apocalípticos para los seres humanos, y para la Tierra entera, el Bostrom nos propone aceptar condiciones indeseables, a mi juicio, como la vigilancia individual y política; no son apenas unas condiciones con desventajas, como dijiste, sino un modo controlado...
B: Déjame ver, florecita, vas a volver con eso de la libertad, que lo que quieres es una vida libre. ¡Qué fe la que tienes en esa palabrita!
R: Pues sí, es libertad de lo que hablo. ¡Libertad! Y creo que hasta tú estás de acuerdo si lo piensas; podrías decir que es preferible morir joven pero a satisfacción plena, como nos venga en gana vivir. ¿Qué es eso de garantizarnos una vida larga a cualquier precio? Es que no soporto eso de asegurarnos un mundo cómodo de bienestar sin primero pensar para qué. ¿Para tostarnos la piel como reptiles en la playa? ¿Para reírnos de nuestras caídas en pantalla? La cuestión es el propósito.
B: Explícanos primero eso de la libertad para ver si es cierto que podría estar de tu lado.
W: Pero, no te olvides de que para lograr menos sufrimiento, por ejemplo, con las enfermedades y muertes prematuras, se ha necesitado controlar los ambientes con medidas de higiene e intervenciones médicas, por ejemplo. Es que el conocimiento exige ciertas condiciones. Que estamos hablando del mundo real no de Narnia.
R: ¡Joder! Parece que no me estoy haciendo entender. Lo que quiero decir es que tendríamos que pensar el mundo de nuevo. ¿De qué nos sirve más tiempo libre si no somos capaces de relaciones personales significativas, si no encontramos modo de ser felices? Sí, suena muy Rosi, a mi estilo florecita, como dicen, pero ese juicio es un buen ejemplo de esa limitación a la hora de pensar: lo que no suene a eficiencia o a evolución o progreso, nos suena cursi, romántico, ridículo; nos gusta la ironía, ir de desesperanzadas, de podridas. Pero libertad es apertura total, sin restricción: soñar, imaginar, suponer, pensar sin límites ni etiquetas, creer que es posible encontrar un modo de ser felices, que no tengo que conformarme con entretenimiento para distraer mi vacío, ¡que es posible que nos comportemos como seres nobles, dignos de las capacidades que tenemos! Aún no nos han cortado las alas, nos las dejaron, pero a condición de que sólo vayamos a ciertos sitios porque si nos metemos en otros…
W: A mí no me suena tan mal lo que dices, creo que no hay contradicción en lo que estamos diciendo. En el artículo de Bostrom había un gráfico en el que se veía que el campo de los modos posibles de ser de los poshumanos era mucho más grande que los modos humanos que ahora concebimos. Ahí caben muchos otros modos de vivir, no solo los de la evolución, el progreso, que son los que no te gustan.
R: No creo que vayamos por el mismo lado. Esas propuestas poshumanistas siguen en el rollo del poder, del control… pero si de verdad abrimos la mente a otras relaciones posibles…
B: Yo me declaro desahuciada de esa posibilidad. Esas ideas de libertad, las sublimes ideas morales o las poco ambiciosas, según tu criterio, son fruto de lo mismo: creernos mucho por el simple hecho de ser pensantes. Pero después de todo, siendo los animales superiores en la cadena de la evolución, o quienes pueden imaginar, reflexionar y replantear por su capacidad de razonar y ser conscientes de ese razonar, la humanidad no ha sido capaz ni siquiera de dejar de esclavizarse a sí misma. ¡No sé de qué hablan ustedes! ¿De dónde sacan sus ideas optimistas?
W: Optimista pero preocupada, como Bostrom. Yo creo que voy por esa línea.
R: Si se pretende algún sentido con ese oximorón, no lo comprendo… o quizás lo que ya he dicho, es algo como “lo que viene no es tan bueno, pero no importa, sigamos para delante”.
B: Más bien míralo como en las películas de terror: estás sola y encerrada en una casa desvencijada, no se ve salida, las probabilidades están del peor de los lados, pero no te queda más que seguir ahí, respirando, muerta de miedo a ver si algo increíble te salva. Eso sí que es humano.
Link de la entrevista de la que hablan Blacky, Rosi y Warmi: https://www.ted.com/talks/nick_bostrom_how_civilization_could_destroy_itself_and_4_ways_we_could_prevent_it?language=es
Artículo que leyó Warmi: "Valores Transhumanistas de Nick Bostrom", en español: https://nickbostrom.com/translations/ethics/valores-transhumanistas-iet.pdf