Lo sabes...

Escrito por lnmo el .

losabes

Que me haya pintado los labios de rojo y me haya puesto mi mejor sujetador, no ha sido porque sí. Llevo cinco meses, dos semanas y tres días sin sentir nada en mi entrepierna. Hoy es el día. No te voy a dejar escapar. Por fin te he convencido para que dejes a tu querida esposa en casa, y te vengas a tomar unas cervezas conmigo. Luego te convenceré para que sean vinos.

¡Dios de mi vida, qué guapo que estás y qué bien hueles, joder! Me aprovecho, y al saludarte te abrazo y rozo mi pecho contigo. Aún no has hecho nada y yo ya estoy que ardo.

- ¿Otro vinito? (me da igual lo que digas, lo voy a pedir). Llevamos tres cada uno. Qué boca tienes, cretino. ¿Me estás provocando? Quiero morderla. Hmmmm… qué rojita y qué jugosa… y esas manos, enormes… Anda, ponte la chaqueta y nos echamos un piti (póntela, porque como sigas ahí delante marcando pecho… y brazos… y esa barriguita cuadrada… ponte algo que te cubra porque estoy a pique de meterte la mano y tocar esa piel tuya que me llama locamente).

- Venga, tú, vamos a fumar.

¿Cómo te deja tu mujer venirte de cañas conmigo? ¿Es que no sabe lo macizaco que estás? ¿No es consciente de que te voy a violetear ahora mismo? Pensé en echarte algo en la bebida, pero creo que con el alcohol y mis sobre-feromonas será suficiente. Qué pena que tu esposa no sea mi amiga. Créeme, no voy a tener reparo. Creo que si escucharas mis pensamientos saldrías corriendo. No te estoy escuchando, solo te huelo y te veo moviendo la boca. Lo sabes, sabes que esa lengua tuya estaría mejor jugueteando con la mía.

Venga, acércate. Roza tu cara con la mía. Deja que tu naricita roce mi oreja. Déjate llevar. Si quieres… y lo sabes… yo no voy a contar nada, y he de compensarte, que lo que me pone más que el hecho de que me la metas hasta el fondo es que se te ponga dura, y que lo desees tanto como yo. Me pone ponértela dura, que me desees y que sepas que está mal. Que quieras besarme, pasar tu lengua por mi orejita al rojo vivo, que me agarres el culo y te aprietes sobre mí. Que quieras apretar tu polla contra mi pelvis. Con ropa. Que quieras coger mi mano y llevarla sutilmente sobre tu pene duro y sobradamente marcado en tu pantalón.

Venga, acércate. Abrázame, bésame sin pudor. Mete tu lengua en mi boca, y deja que se conozcan. Deja que meta mi mano en tu pantalón. Por encima de tu cintura, hmmm.. Tu piel, esa parte suave que está por encima de tu pelito… déjame tocarla, y que pase la frontera de tus calzoncillos. ¿Crees que no he visto ya tus gayumbos? Son los más calientes que tienes, los tengo estudiados, hijo de puta. ¿Cómo me pones tan cerda?

Veo que aún no te has puesto la chaqueta… creo que sabes lo que eso supone, marrano!!! ¿¿¿Qué pezones marcados me llevas???!!!!

- Ahora viene Marta. - ¡Estupendo! (¡Cabrón! ¿No pensabas informarme de esto? ¿Me bebo tres vinos y ahora viene la frígida de tu esposa?).

Estoy segura de que me has calentado conscientemente. Has de saber que el hecho de que ella esté aquí no aparte de mi mente el que te coma la boca y me ponga incandescente imaginándomelo hasta entonces…  

Imprimir