Kim Jong-un, el joven líder convencido de que Rambo de verdad existe

Escrito por Carlo Pizzati el .

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Había anunciado en diciembre que Corea del Norte tenía lista su bomba de hidrógeno. Comprender si hay que tomarse en serio a este mozalbete ha sido siempre un problema para los países vecinos (Corea del Sur y China) y para los americanos. Los que enseguida se percataron de que no bromeaba fueron los norcoreanos, conocidos por sus llantos interpretados en una nación plagiada de plañideras obligadas a verter lágrimas por encargo so pena de condena a trabajos forzados en los fríos kwan-li-so, los gulag coreanos.
 
PELÍCULAS DE ACCIÓN

Para el cineasta surcoreano Shin Sang-ok, rehén del régimen norcoreano durante años, el líder Kim Jong-un confunde la realidad con el cine: "Le encantan Rambo, James kim2Bond y las películas de terror de la saga Viernes 13. Pero el caso es que se cree que son de verdad." Y eso es lo que explica que la interpretación artística se superponga a la realidad cuando, apenas el líder se presenta en público, las masas rompan a llorar más que con los Beatles y Justin Bieber. Como un estudiante le contó a Barbara Demick en el ensayo Nothing to Envy [Nada que envidiar, n.d.t.], la carrera profesional y la propia vida están en juego. "Concéntrate. Llora. Concéntrate. Llora. Al poco rato, la operación acaba mecanizándose. El cuerpo toma el control sobre la mente y, de repente, te ves llorando en serio. Sientes cómo se te van aflojando las rodillas y te balanceas hacia adelante y hacia atrás sollozando como todo el mundo".

Una escena que recuerda el testimonio de un juez albanés, exiliado durante el régimen de Enver Hoxha, dictador que había ajusticiado a su padre. Teniéndose que enfrentar a él en un partido de tenis (en lo que era un campeón) y debiendo dejarse perder, el juez refirió que, ante el asesino de su padre, experimentó la presencia cálida y luminosa de una divinidad que venerar. Se trata, pues, de la misma histeria colectiva que hace que un pueblo hambriento viva en una autosugestión emotiva, en una situación de ansiedad y de terror. Las lágrimas fingidas se vuelven verdaderas.Y transmitidas por televisión en todas las ocasiones.

kim4Piensen ahora en un país de presente distópico que haya inspirado la película Los Juegos del hambre y donde un chico de 32 años, conocido por su timidez y por su obsesión por la NBA aterroriza el mundo causando el mayor terremoto artificial de la historia. "Si descubres la pistola de papá en manos de un niño de 5 años, ¿qué harías?", comentó un diplomático del Consejo de Seguridad de la ONU convocado para la emergencia. Bueno, pues lo que nuestro protagonista piensa es que se podría dedicar a vender armas atómicas a los terroristas y a lanzar misiles nucleares de carácter preventivo sobre Los Ángeles y Washington D.F.

La frustrada inmadurez es la clave de interpretación del comportamiento mercurial de este peligroso líder lleno de secretos, desquiciado y paranoico.

Conventirse en una especie de Calígula atómico es la mejor manera dejar helado a todo bicho viviente, de tener a todo el mundo en ascuas. Y de exigir cada vez más. Dejar que lo irracional se exprese en ciberataques, violaciones de los derechos humanos, secuestros y experimentos nucleares sirve para demostrar que el jefe de Estado más joven del mundo no es precisamente un ser débil.

kim8El 8 de enero fue su cumpleaños. Que "el Gran Sucesor" haya nacido en 1982 o en 1983 es tema de debate, como tantos otros detalles de su biografía. Está casi confirmado que él es ese chaval cortado con las chicas, que sacaba malas notas pero jugaba mucho al baloncesto en los colegios privados suizos de los alrededores de Berna del 1991 al 2000 bajo un nombre falso.

"Fuma cigarrillos Yves Saint-Laurent, se pimpla botellas de Johnny Walker y le chifla conducir Mercedes-Benz 600", confirma Kenji Fujimoto, cocinero familiar. Se quitaba de encima las resacas a base de saunas en los años en que los norcoreanos se morían de hambre a millones gracias a la política de su padre, el "Genio de los Genios", Kim Jong-il, a quien, al menos, no le faltaba generosidad para con parientes y demás esbirros. El hijo, sin embargo, ha acabado por imponerse como un verdadero terror, sobre todo para el Círculo Mágico de ancianos que lo aconsejaban. No cabe duda, estamos ante uno más de la escuela de los Gadafi, Saddam Hussein y... Enver Hoxha, precisamente.
 
kim9NUMEROSAS "PURGAS"

Desde su acceso al poder en 2012, de los siete poderosos ancianos que llevaron a hombros el féretro de su padre, cinco han sido ya enviados a la chatarra al modo coreano: despedidos, jubilados, desplazados o ajusticiados. El final más dramático fue el previsto para el antiguo ministro de Defensa, Hyon Yong-chol, que se durmió durante una reunión. Fue ajusticiado, parece ser, por 24 ametralladoras antiaéreas calibre 50. No; está claro que Corea del Norte no es un país para viejos.

Según el experto en asuntos de Corea del Norte Andrei Lankov, la purga del tío del joven Kim Jong-un, al que arrestaron arrancándolo de su silla durante una retransmisión televisiva en directo y ajusticiaron por "haber aplaudido sin entusiasmo", también ha servido para compensar la joven edad del líder y que éste, de paso, se libre de otro viejo cascarrabias. Y es que nuestro Kim Jong-un "no es capaz de soportar que haya subordinados que lo doblen en años pues éstos no lo comprenden ni se lo toman en serio". Ahora sí que todo el país, y sus vecinos, se lo toman en serio. El miedo de un dios nuclear en condiciones de aniquilarlos a todos con un repentino impulso está ya bien instalado en los norcoreanos. Un terror que, hoy por hoy, podría contagiarse al mundo entero.

(Publicado en La Stampa el 07/01/2016)

 

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