El efecto boomerang del mal periodismo

Escrito por Ana Spuch el .

Considerábamos muchos ilusos que el periodismo se erigía como el Cuarto Poder, fiscalizador del Legislativo, Ejecutivo y Judicial que conforman el Estado; y en especial analítico y crítico del Poder Ejecutivo. No obstante, el periodismo de tendencia es la realidad, claramente posicionado a favor de una de las dos grandes fuerzas políticas del país. Para la subjetividad ya existen los artículos de opinión, que bienvenidos sean, ya que permiten un análisis más profundo de la realidad y avivan el debate. La falta de rigor periodístico en las noticias es síntoma de la mala salud democrática que sufrimos en España (quien a estas alturas crea que nuestro país es democrático, que se ponga a creer también en el Ratoncito Pérez o el horóscopo, que igual tiene más éxito).

El periodismo no actúa pues como sistema de control sino como vulgar niño pelota de colegio. Creo que se debería realizar un análisis de conciencia y de código deontológico en las cúpulas directivas, que son las que impiden ejercer el verdadero periodismo (lo cual no sucederá jamás en tanto estén supeditados económicamente a los partidos políticos). Es triste asistir a semejante panorama, del que sólo se libran algunas voces íntegras, conscientes de su función social.

El último ejemplo lo hayamos en el nuevo partido Podemos. Desde que arrancaron de cuajo cinco escaños en las euro-elecciones, coincidiendo (¿?) con una caída dramatiquísima del número de diputados de los dos grandes, los periódicos han iniciado una campaña de ataque y derribo contra esta formación, de la que días anteriores a las votaciones se reían. (Inciso con un mensaje para los escépticos del voto: las consecuencias de las elecciones como habéis visto no se han hecho esperar. De ahí la importancia de votar. Por favor, aquellos que no voten que cobren conciencia de lo relevante que es y de que debe ser asumido como una obligación y no sólo como un derecho).

periodismo2Ahora bien, en su afán por sofocar el incendio que ha provocado la nueva formación, los grandes periódicos son tan necios como para no darse cuenta de que le están echando un capote:

1- Publicidad: las constantes acusaciones y críticas permiten que la población no se olvide de Podemoscomo partido revelación. Manteniéndose constantemente en el candelero, deja de convertirse en un fenómeno pasajero para asentarse como opción política real. Las críticas a su programa han permitido a sus militantes más mediáticos explicarlo al detalle (otro gran desconocido en el resto de partidos). En definitiva, campaña gratis.

2- Transparencia: con las acusaciones proferidas obligan a la formación a dar cuenta de cada movimiento pasado, presente y futuro, con la consecuencia de mantener al día una total transparencia de sus actuaciones, algo que no se prodiga en el resto de partidos políticos. Es decir, se colocan a la cabeza en transparencia y aumenta la fiabilidad del partido.

3- Fidelización y captación: el constante linchamiento periodístico no hace más que encender los ánimos de los simpatizantes del nuevo partido, que se están dedicando a salir en su defensa. ¡Pero es que además consiguen aumentar el número de simpatizantes!, porque se da a conocer al detalle su programa político, que conecta con las necesidades de una gran parte de la población. No es la primera vez que escucho que escépticos al partido quedan convencidos una vez se debate alguna de las supuestas noticias que se imprimen en los rotativos.

Los periódicos han calculado mal las consecuencias. Han tomado Podemos como una colilla fácil de apagar y se han encontrado en medio de un campo de queroseno. Como continúen en esta línea van a representar un factor clave en el posicionamiento estratégico del partido para las elecciones generales. Espero que tomen nota y aprendan la lección. Seguir los dictados de intereses políticos y de poder puede llevar no sólo al descrédito como periódico sino a realizar flaco favor a quienes pretendían ayudar.

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